Thursday, December 18, 2008
O treinador dos Gigantes....
A recente morte do "coach" Pete Newell faz com que a transcrição do artigo de Paniagua tenha todo o sentido :
A hombros de gigantes
Fue en 1986. Precisamente en la cancha de juego de la Universidad de Loyola Marymount, en cuyo equipo Pete Newell había jugado muchos, muchos años atrás. Fue durante el tiempo en el que Fernando Martín estaba jugando con los Portland Trail Blazers en la Liga de Verano, ganándose un puesto que ya tenía ganado de antemano. Uno de los hijos de Pete Newell, Pete Jr., también entrenador, a quien había conocido tiempo atrás, me presentó a su padre: el legendario Coach Pete Newell. Uno de los grandes entrenadores en la historia del baloncesto americano. Uno de esos hombres de la llamada Gran Generación, muchos de cuyos miembros combatieron en la Segunda Guerra Mundial. Un hombre de otro tiempo. El Coach Newell falleció la semana pasada a los 93 años de edad, en su residencia del Sur de California, y su pérdida supone un doble dolor: por un lado, perdemos a un hombre bueno y a un gran maestro. Y, por otro lado, constatamos, con mucha pena, que esa Gran Generación se va extinguiendo poco a poco. Y se nos está yendo, además, en unos tiempos en los que necesitamos más que nunca la inspiración y el ejemplo de sus vidas.
Hace ya 22 años, en aquella grada de la cancha de Loyola, el Coach Newell, su hijo, mi socio de entonces, Warren LeGarie, Antonio Martín y yo, contemplábamos un partido que realmente nunca vimos. Estuvimos mucho más pendientes de lo que nos contaba aquella leyenda viva del baloncesto que del juego, la verdad sea dicha. Y lo que nos decía aquel hombre, a aquella audiencia tan reducida, eran cosas que todavía siguen vigentes; tal vez hoy más que nunca. Pete Newell nos dijo ya entonces -y siempre se lo escuché decir después- que “el baloncesto moderno tiene un exceso de entrenamiento y un déficit de enseñanza”. Amén.
Y allí seguimos todos escuchando y aprendiendo. Cuando le pregunté sobre su equipo de la Universidad de California-Berkeley, al que hizo campeón en 1959, y que es tenido como el modelo de ejecución perfecta de unos sistemas de ataque innovadores para la época, el hombre nos reconoció que había tomado ideas de aquí y de allá, honrando al hacerlo a aquellos colegas que le precedieron y de los que aprendió. En un tiempo en el que el baloncesto universitario era mucho más popular que el baloncesto profesional, este hombre peleó en los banquillos contra leyendas como Clair Bee, Hank Iba, Tex Winter o John Wooden. Newell fue un maestro de los fundamentos del juego y un firme creyente en la disciplina en ataque y en la tenacidad en defensa. Dirigió también el equipo olímpico de USA en Roma, en 1960. Tan sólo mencionar los nombres de la pareja de bases de aquel conjunto, Jerry West y Oscar Robertson, da una idea de su nivel. Continuamos escuchando a aquel icono del baloncesto hasta el final del partido. En realidad, a ninguno de nosotros nos importó mucho perdernos el espectáculo. Recuerdo que jugaban los meritorios de los Lakers contra los meritorios del Phoenix, pero realmente ninguno vimos nada. Tuve, sin embargo, la sensación de haber estado en un clinic, en una soberbia conferencia sobre el baloncesto y sobre la vida -¿acaso no son la misma cosa?- dictada por un gran maestro, pero con una audiencia privilegiada de tan sólo cuatro personas. Aquella fue una tarde inolvidable.
Allí supe, también, que Pete Newell había sido finalista en el casting de la película de Charles Chaplin, “The Kid”, “El Chico”, uno de los filmes más importantes en la carrera del genial cómico inglés. El papel de “el chico” fue finalmente para Jackie Coogan, quien se convirtió en una estrella de la gran pantalla de inmediato. Y el hombre nos dijo también que, durante algún tiempo, actuó como extra infantil en varias películas, entre ellas en una dirigida por el mítico director alemán, afincado en Hollywood, Eric Von Stroheim. Newell abandonó a los 10 años de edad, sus sueños de estrella del cine y se convirtió en un aceptable estudiante. Ganó después una beca deportiva para jugar, y estudiar, en la Universidad jesuita de Loyola-Califonia (Marymount) y luego, durante la Segunda Guerra, sirvió en el Cuerpo de Marina. Una vez licenciado, empezó su carrera como entrenador en la Universidad de San Francisco, en donde dirigió a los equipos de baloncesto, tenis, béisbol y golf si no me falla la memoria. Más adelante, dirigió, durante cuatro años, al equipo de Michigan State. Finalmente recaló en Berkeley, en donde logró sus mayores éxitos como entrenador. Incluyendo el título de la NCAA del año 1959.
Poco después de volver de los Juegos Olímpicos de Roma-1960, con la medalla de oro al cuello, los doctores le recomendaron que dejara el estrés de los banquillos. Así que, Pete Newell, un fumador empedernido y un consumidor compulsivo de café, tuvo que dejar -poco antes de cumplir los 45 años de edad- el oficio de entrenador. Pero, afortunadamente, aquel técnico prejubilado se reinventó a sí mismo como gran maestro de este juego. Generaciones enteras de jugadores han agradecido a aquellos doctores su recomendación.
Sí; porque tras dejar, en 1958, su puesto como director atlético –denominación equivalente a un director deportivo- en la Universidad de Cal-Berkeley, el Coach Newell concibió la idea de crear un campus para hombres altos. Una idea muy simple en principio: sólo cinco días de trabajo en fundamentos y movimientos, especialmente de pies, con jugadores profesionales. Cinco días de instrucción y de aprendizaje; sin partidillos, ni pachangas; sin tiros de larga distancia, ni florituras con el balón.
Así empezó el celebre “Big Men Camp de Pete Newell”. Una aventura maravillosa que comenzó su andadura en 1976 y que duró 32 años, justo hasta el mes de Agosto pasado. Y hay que decir que no comenzó a lo grande, precisamente. Sus dos primeros alumnos –y únicos- en el campamento de 1976, fueron Kermit Washington, un formidable ala-pivot de los Lakers y Kiki Vandeweghe, entonces en UCLA. Quiero recordar aquí que, para la décima edición, apuntamos a Fernando Martín, pero el dueño de los Blazers en aquel tiempo, Larry Weinberg, decidió que fuéramos, el mismo día de comienzo del campus, a su mansión de Malibú para luego volar directamente a Portland. De modo que tuvimos que cancelar la inscripción de Fernando en el XII Big Men Campt.
Durante estas 32 ediciones, han pasado por las manos de Pete Newell jugadores como Kareem Abdul Jabbar, Bill Walton, Kiki Vandeweghe, James Worthy, Bernard King, Hakeem Olajuwon o Shaquille O’Neal, entre otras decenas y decenas de jugadores profesionales. Sólo una celebridad de la pintura, Patrick Ewing, se ausentó sistemáticamente del campus: a pesar de la insistencia de su club, los Knicks de Nueva York. Y nunca entendí muy bien por qué, la verdad. Así, nunca sabremos, realmente, si las enormes cualidades de Pat Ewing como jugador hubieran mejorado realmente. Cierto es que cinco días de campus, una vez al año, no son la gran panacea, pero la filosofía básica de Newell era esta: “la calidad de tus tiros depende de la calidad de tu trabajo de pies”. Y no dejo de pensar que Ewing nunca fue un jugador que especialmente bueno en el movimiento de sus pies.
En los últimos tiempos, Newell había creado también el “campus para mujeres altas”, siguiendo el mismo modelo que el campus para hombres. Y en ambos, las nuevas generaciones de jugadores y jugadoras se encontraron con las mismas enseñanzas básicas, fundamentales, de siempre. Explicadas por un entrenador muy anciano, pero a la vez muy sabio. Allí, los jóvenes que querían aprender el camino hacia la mejora descubrían que no había atajos. Que en ese campus no se reinventaba la rueda, ni se garantizaba la grandeza del porvenir sólo por inscribirse. La única clave de la mejora siempre fue el trabajo.
Pero, a mí lo que siempre me ha fascinado de Pete Newell no ha sido tanto su carisma o sus enseñanzas; lo que realmente me ha maravillado es la humildad con la que los jugadores acudían a su campus, un verano tras otro. Me ha sorprendido el hecho de ver cómo unos profesionales -multimillonarios, agasajados como ases de su deporte y venerados por cientos de miles de fans en todo el mundo- dejaban a un lado, durante cinco días. su sagrado descanso veraniego. Podían haber elegido, tal vez, navegar por mares muy azules con sus impresionantes yates. O conducir coches maravillosos acompañados de bellas mujeres. O, simplemente, descansar en la piscina olímpica de sus mansiones de estilo neoclásico. Pero no. Muchos consideraban que este anciano entrenador tenía todavía algo que decirles y, tal vez, algo que enseñarles. Y a mí, esa humildad me pareció siempre ejemplar. Porque estamos en un tiempo en el que cualquier jugador que llega a una mínima cota en su carrera profesional, considera que lo tiene todo aprendido; que ya nadie le puede enseñar nada nuevo; que con su conocimiento ya adquirido le basta y le sobra.
El trabajo de Pete Newell le sobrevive. Se ha visto en otros tiempos y se ve, hoy todavía, en muchas canchas de la NBA. Se ve en el modo de jugar de estrellas reconocidas como Kareem Abdul-Jabbar, de Hakeem Olajuwon o de Shaquille O’Neal. Y se ve en muchos otros jugadores no tan famosos como ellos. Pete Newell fue un grande. Y no precisamente por su talla. Benjamin Franklin escribió una vez: “Si he visto más lejos es porque fui sentado sobre los hombros de gigantes”. El Entrenador Pete Newell anduvo, muy a menudo, entre gigantes. Y tal vez por eso, fue capaz de ver más lejos. Descanse en paz.
Por MIGUEL ÁNGEL PANIAGUA
On Hiatus
Tuesday, December 16, 2008
The Maloofs Should Stop Calling Terrence Howard
Okay, guys, this isn't funny anymore. I am not Eddie Jordan, so please stop calling.
Do you people really think all black people look alike? I've won awards. I'm a well respected actor. And let me repeat, I. AM NOT. EDDIE JORDAN.
Didn't you see Crash? It won an Oscar, and I was riveting as Cameron Thayer, a television producer who is the victim of racism. Seriously, that scene when I get pulled over after Thandie is getting busy was amazing. You could see me trying not to cry, right? Trust me, it was good. I was good.
Maybe Crash isn't your thing. Well, I was in Iron Man, too. Yeah, THAT Iron Man. The one that destroyed any other superhero movie ever. I was in that. It was just a supporting role, but if you don't think I didn't bring some serious gravitas to my role as Tony Stark's best friend, Col. James Rhodes, you're a filthy liar. I was even supposed to be the star of the next one, but sequels are for suckers. And Don Cheadle.
So to review; in Oscar winners, in record-breakers, not Eddie Jordan. So please stop calling me, Mr. and Mr. Maloof.
Judging by your incessant calling, I'm guessing you've seen Pride, where I star as Jim Ellis, a guy who starts an all Black swim team. The premise seems crazy, right? But I made those kids GOOD. So I guess I can see why you'd think I'd be a great coach. If you can get Black kids to swim, you can do anything.
Or was it Hustle and Flow? You probably liked how great I was in that. The Academy did. I was very inspirational. I'm sure you're thinking, "this pimp turned himself in to a rap star, surely he can turn our team around." That actually makes sense to me; I'm that good. I'm Terrence Howard for Heaven's sake.
But I'm not Eddie Jordan.
Oh, no. I just realized what happened. You saw Sunset Park, didn't you? That'll always haunt me. I toss and turn at night, thinking of how many times people call me Spaceman. It's embarrasing. A 27 year old man playing a high schooler, with that old, busted broad from Cheers and a kid who looks like Skee-Lo; stupid. Hey, I needed the money, okay? That doesn't mean I'm a basketball coach.
And that certainly doesn't mean I'm Eddie Jordan, so stop calling me.
Monday, December 15, 2008
Tony Parker Apologizes
Sacre bleu, JoHAHN! I vreally do sink zat your widdle hairspray coach Scoot Brook lukes good. You know zat Tonay like-a the hairs spray. Tonay's wife LOVE-a ze hairs spray. Please forgives the Tonay. I-a don't mean for to hurt-a your feeling.
But about ze Scoot Brook, why he never let you make point JoHAHN? Does not Scoot Brook know zat ze French love-a to make point? And ze French love-a to pass ze ball. Luke at Borees. He only like-a to pass ze ball. Tell Scoot Brook zat JoHAHN need to pass-a ze ball.
Please forgives Tonay Parcare, JoHAHN. I make it up to you. Come weeth to my villa tonight, Johan. Tonay's wife Eefa vill be theres. Maybe she call her Ahmareekun friend Teri Hatcher. Teri Hatcher LOVE Tonay, so she love Johan too.
Friday, December 12, 2008
An Annotated Guide to How Sean May Disgusts Women
- Shields eyes to avoid an accidental glimpse of underarm floppiness.
- "Dad, this guy is SO fat."
- Transfixed by jiggling back fat.
- Refuses to look for fear of paralysis, vomiting, and temporary blindness.
Thursday, December 11, 2008
The Differences Between Chris Mihm and Nick Collison
The Blowtorch Presents ... Brian Eno and Joe Satriani Go NBA
Play The Blowtorch Presents...Brian Eno and Joe Satriani Go NBA
Wherein:
- A new co-host is introduced.
- Brian Eno produces various Joe Satriani riffs and licks.
- Trades are discussed.
- Eric Snow is addressed.
- Music from Jay-Z and Santogold
Wednesday, December 10, 2008
The Potential Grizzlies/Wizards Trade Explained
*Grizzard was considered, but rejected due to the additional confusion that may be caused by former Wizards swingman Rod Grizzard
Tuesday, December 9, 2008
Foiled Again
Another Holiday Gift Idea
Clicking on that picture will take you to a link where you can print out individual sheets that you can then assemble in to your very own James Jones/Skee-Lo inspirational poster. This is a great gift idea for anyone who likes James Jones, 90s one-hit wonder rappers, or laughing at jokes. Or, if that person is me, all three.
Plus, it's free. What can beat that?
Monday, December 8, 2008
The Milwaukee Bucks Aren't a Great Draw
A lower tier "starlet" and her Adam Levine/Brody Jenner imitation boyfriend. Or:A knock-off Harrison Ford type.
The Staples center is a place to be seen, and since no self-respecting celebrity is going to waste their precious time watching a basketball game, why should any real celebrity attend. That's why you get has-beens and never-will-be's at a Bucks game in November. That makes sense to me.
Apparently, it makes sense to Phil Jackson too. How else can you explain him playing a Yi Jianlian knock-off?
All that being said, nothing will justify this:
C'mon people. I thought we were past the socks and Birkenstocks. I guess it's true what they say: You can't kill hippies, no matter how hard you try.
(No hippies were harmed in the making of this joke.)
Thursday, December 4, 2008
Greg Oden Feels Pretty
Wednesday, December 3, 2008
It Appears That Travis Diener is Happy About Beating the Lakers
Tuesday, December 2, 2008
Robin and Brook Lopez Play Basketball Against Each Other
Brook: Oh, no doubt, bro. What are we gonna do? I mean, I'd love some Cheerios but we're supposed to look busy.
Robin: Dude, that sucks. Plus we're wearing different colors and my hair is, like, way sweeter than yours right now. There's gotta be something though.
Brook: Dude. I got it. On three, we're going to stare at Kevin Harris the exact same way. He will FREAK. OUT. Guaranteed.
Robin: Sometimes, I'm amazed at how smart you are. My mind gets, like, totally exploded, bro. On three.
Brook: HOLY COW. He is totally freaking out. I can't believe he's still standing up. Ohmygosh, this is the BEST THING EVER!!!!
Robin: Seriously.
Brook: Seriously.
Robin: For realsies.
Brook: Seriously.
Robin: This is SO sweet. Let me ask you a SERIOUS question. Do you want to try it again?
Brook: Dude, we HAVE to. It'll be, like, even awesomer.
Robin: I have the best idea. On three, lean against me and look up. BUT KEEP YOUR MOUTH OPEN.
Brook: That is PERFECT!
Robin: One. Two. Three!
Brook: DUDE, we're doing it! We are LEVITATING AGAINST EACH OTHER! It feels so strange!
Robin: We are the best people ever right now. I love you so much. As a brother.
Brook: Okay. You almost freaked me out a little bit. I could do this forever.
Robin: We totally just discovered how to hover. We disc-hovered it! DUDE! Disc-HOVERED!
Brook: I KNEW Stanford was a smart school.
An Exclusive Holiday Offer
The first one, for friend of the blog Devine, turned out great. If you're interested, let me know in the comments and we'll figure it out.
Monday, December 1, 2008
The Annotated Derrick Rose Timeline
Since it's now December, and Christmas is fast approaching, I feel it's prudent to examine the origins of Chicago's basketball savior, Derrick Rose. Below is a timeline, along with some important information with regards to the dates that are shown. Study this, for it will be important for years to come.
- October 4th, 1988 - Derrick Rose is born in Chicago of Illinois, in the days of Sawyer the mayor. His unwed mother, Brenda, was foretold of the birth and was instructed to name the boy "Derrick."
- 1988-2005 - Little is known about the childhood and adolescent years of Derrick Rose. However, it is common knowledge that during this time, Rose was given his nickname "Pooh" by his grandmother. Furthermore, in 2006 and 2007, Rose lead Simeon High School to consecutive Illinois high school championships, becoming a hero in the city.
- November 5, 2007 - Rose scores 17 points in his collegiate debut, a win over the University of Tennessee-Martin. This seemingly innocuous event would portend the success that Rose would soon enjoy, as he lead the Tigers over number 5 Georgetown University a little over a month later.
- April 7, 2008 - After an outstanding performance in the NCAA tournament, Rose's Memphis Tigers lose in the National Championship game to the Jayhawks of Kansas. Though spectacular in the loss, Rose is seen as a microcosm of the Tigers' faults as he misses freethrows down the stretch. However, as Rose is not wholly to blame for the loss, he is seen as a beacon of hope for basketball fans around the globe.
- June 23, 2008 - The Chicago Bulls leapfrog eight spots to the number one overall selection in the draft, positioning themselves to select Derrick Rose. Rose's return to Chicago serves as his anointing to angry basketball fans of the city. Upon arriving at the Bulls training facility, the entire contents of an alabastron are emptied upon his head, nearly ruining the contract that he has just signed.
- October 28, 2008 - Rose plays in his first game as a Chicago Bull, forgiving the many sins of the team (Eddie Robinson, Ben Wallace, Tim Floyd). Soon after this historic event, the lame are healed, blind men see, and lepers such as Grant Hill become perfectly healthy.
This post shall serve as a historical document; one that will forever tell the story of how Derrick Rose became a symbol for hope and goodness in the city of Chicago. While heretics will persecute the believers, let it be known that Derrick Rose is real and that he is the way. No man can be perfect, but through faith in Derrick Rose, we can strive to be.